lunes, 18 de diciembre de 2017

Comunicado del KRI contra la mediatización y las mentiras de la prensa contra Rodrigo Lanza




Hace unos tres años, al empezar el frío en Ávila, se empezó a gestar entre un pequeño grupo de personas la idea de hacer proyecciones de documentales y otras actividades alternativas, con cierto carácter crítico y contra informativo, que no encontrábamos en la escasa oferta cultural de la ciudad.

El primer acto que se hizo fue la proyección de un documental, y de aquella primera proyección y posteriores reuniones nació el Colectivo KRI. El documental elegido fue “Ciutat Morta”. Hoy nos duele especialmente ver cómo se está tratando a Rodrigo Lanza, uno de los “protagonistas” de ese documental, por parte de los medios de comunicación. Han usado la mentira y la difamación como arma para conseguir un juicio mediático antes siquiera de que se puedan aportar pruebas y testigos a un caso que ya tiene un culpable predefinido. En vez de rescatarse la denuncia contenida en “Ciutat Morta” y hacerse visible, se quiere enterrar y desprestigiar el documental, al que se le quieren incluso quitar los premios que un día le fueron concedidos. 

Que nadie piense por sí mismo, que nadie se salga del redil, la verdad es la que nosotros te contamos… Ese es el mundo que quieren, pero nosotros vamos a estar en frente.

Salud

jueves, 12 de enero de 2017

Crónica Terceras Jornadas KRI

Trabajo Esclavo (de ayer):

 
El pasado viernes 9 de diciembre del recién concluido 2016 proseguimos nuestra tarea de concienciación social, dentro de lo que denominamos nuestras “Terceras Jornadas Antirrepresivas”. En este caso, nuestro foco de atención lo concretamos más allá de la impunidad de ayer y de hoy tratada en las anteriores ediciones de nuestras Jornadas temáticas, para así tratar los conceptos del “trabajo esclavo” (de ayer) y del “trabajo precario” (de hoy).

Con ello, nuestra compañera Amanda presentó a Alfredo Sánchez, “Chotis”, que como militante de la CGT y miembro a su vez de la Comisión de Memoria Libertaria de dicha organización (así como, militante histórico de la LCR y miembro de La Comuna), se encargó de darnos a conocer lo que supuso el trabajo esclavo. Amanda reivindicó, en ese mismo sentido, la necesidad de la lucha para que se vislumbre la verdad y, que se no viera la memoria como simple aprendizaje por parte de las nuevas generaciones, sino yendo más allá por concebirse como algo dignificante por “reabrir heridas” hacia el bando vencedor, y no hacia quien ya lo ha sufrido.

Este marco sirvió a Chotis para insistir en la existencia desde siempre de esclavos a lo largo de la historia, enfatizando que no debe verse como algo “de ayer”, puesto que señaló que está plenamente presente en el mal llamado “Tercer Mundo”. Pero a la vez, remarcó la ideología impuesta a raíz de la llegada del nazismo, como elemento propicio para favorecer la esclavitud en toda su extensión, a pesar de que ya existiera.

De ese modo, Alfredo señaló la facilidad de adaptación de dicho discurso en España, con el fascismo que va más allá del Valle de los Caídos, al entrar el componente de la iglesia no sólo con la persecución del movimiento izquierdista (en recuerdo de la teoría de un jesuita, que se adoptó en el Decreto 2/81 del Gobierno franquista de Burgos, donde se reguló el derecho del trabajo como derecho de los presos rojos para que “no cayeran en peso muerto” dentro de los cuestionados talleres penitenciarios de entonces). Así, citó a una de los personajes intelectuales del régimen franquista, como lo fue Antonio Vallejo Nájera, el cual decía que había que separar a la familia (en referencia a la familia tradicional católica) del “gen rojo” y que como psiquiatra militar relevante para la dictadura, llegó a crear escuela por encargarse de demostrar la inferioridad mental de las personas de izquierdas, insistiendo en su separación del resto de personas desde la infancia.

También, Chotis trajo a colación lo expuesto recientemente en el programa de “Salvados” sobre el origen de las grandes empresas y terratenientes españoles, que se beneficiaron del trabajo esclavo, llegando a citar entre otros a los Condes de Urquijo, los fundadores de ABENGOA, los fundadores de las constructoras OHL, DRAGADOS, Huarte y Cía y, FCC; RENFE, Ybarra, las petroleras Campsa y Repsol, Construcciones y contratas, los titulares de la explotación de las minas asturianas o el ducado de Alba. Ese mentado trabajo esclavo duró desde 1940 a 1962 de manera oficial, ya que continuó hasta finales de los años 70, disfrazado con distintos nombres en servicio tanto del Ministerio del Ejército como del Ministerio de Justicia. De ahí, se crearon municipios como Torreblanca o el famoso El Palmar de Troya en forma de colonias, a las que trasladaban a los familiares de lxs presxs políticxs que decían alimentar a los grandes empresarios y terratenientes del país.


En esa línea, Alfredo nos manifestó el logro conseguido por su organización sindical con la admisión de la querella que presentaron ante la Justicia argentina junto a otros colectivos y organizaciones, haciendo hincapié en el resarcimiento de perjuicios reclamado a las nombradas empresas españolas beneficiadas del trabajo esclavo. Como dato, se destacó que, de cara a la construcción del canal de esclavos, se emplearan más de 2.000 esclavos y que paralelamente, volviendo a la cuestión de creación municipios, se creó un servicio de colonias militarizadas por Franco en Burgos. De nuevo, se reiteró que la justificación del régimen del “uso” de más de 200.000 españolxs era inherente a la teorización de la Iglesia Católica, defensora de que “el trabajo les hará libres”. De ello, se trajo el dato de haberse cuantificado en torno al equivalente a unos 800.000.000 €, en lo que respecta a las obras realizadas entre los años 40 y 50.

Asimismo, se reconoció que en España no se había avanzado en cuanto a la denuncia de este tipo de “prácticas” por mucho que lo hubiera denunciado la ONU en cuanto memoria histórica, pese a que España sea el segundo país del mundo tras Birmania en la nómina de desaparecidxs, gracias a ese pacto de silencio firmado en la Constitución. Se valoró “lo curioso” de que en una proclamada democracia occidental en vez de condenarse las atrocidades cometidas por el fascismo (como ya lo hubieran reconocido los Gobiernos de Alemania, Argentina y de Francia), se homenajearan en el callejero del Estado español.
En relación a Ávila, el ponente dató la efectuación de pequeñas construcciones simbólicas, dado el poco peso presente de la Guerra Civil en la ciudad y alrededores, como así lo fueran las construcciones de cárceles, hospitales militares, pantanos, minas, chalets e iglesias. Todo ello se presuponía por la general aceptación al levantamiento militar del territorio, habiendo escasos frentes de resistencia.

Por otro lado, se reseñó que a lxs trabajadorxs esclavxs recibieron una cierta compensación económica, que resultó mísera por la quita de la alimentación y del economato que padecían, resaltándose los años en que esas prácticas continuaron y la necesidad de que no se olvide y, se dé a conocer con toda la gran documentación existente al respecto. Ello se puso en relación con la creciente problemática de los presxs políticxs dispersos por el Estado español y, que en cierto modo, Alfredo nos quería remarcar que tuviéramos ante todo presente la concurrencia de los componentes ideológicos, religiosos y psiquiátricos, que existían detrás del trabajo esclavo.

Tras ello, decidimos dar pie al coloquio para que así que pudieran intervenir quienes asistieron a la charla. De dichas intervenciones, cabría destacar la relativa al gran número de fosas comunes a nivel de Castilla y León, a consecuencias del pasado franquista por nuestra tierra, así como la común presencia de los resquicios del trabajo esclavo a lo largo y ancho de todas las provincias castellanoleonesas, a pesar de la inexistencia por el contrario de testimonios referidos a la cuestión, fruto quizá del desconocimiento de ese “perdón” cómplice, que sufrimos en estos territorios. En esa misma línea, se requirió que miráramos más allá del triunfo alcanzado con la “Querella argentina” para desarrollar un trabajo de campo y recogida de datos de los atropellos cometidos en los lugares más próximos, pudiéndonos servir del mayor liderazgo de la CGT, para así reclamar las respectivas indemnizaciones por parte de las grandes corporaciones beneficiadas.

Esa insistencia se mostró con el ejemplo llevado a cabo en otras provincias, por medio de un trabajo de investigación popular y de las masas con las pequeñas confederaciones de la CGT, desempeñándose más allá de una simple comisión memorialista dentro de la propia confederación sindical y del papel de las pequeñas agrupaciones o colectivos memorialistas, penetrando en las federaciones de la CGT. Esto es, se valoraba la lejanía de la Querella Argentina hacia a estos aspectos más localistas, que afectan a la juventud y a las personas de Castilla y León. Por eso, se concibió como un problema de concienciación de la gente, resaltando el factor fundamental de la formación en ese proceso.

También, se comentó la criminalización de la izquierda tanto de ayer como de hoy, enfocándose sobre todo en la juventud perseguida por simplemente realizar unos murales, sin ser nada vandálico y, llegándoseles a imponer una serie de multas, como parte de la represión actual, que sufre todo aquel que se manifiesta de la forma que sea frente al discurso de “lo políticamente correcto”.

Seguidamente, se le preguntó a Alfredo si desde la Comisión de Memoria Libertaria de la CGT habían contactado con los directivos actuales de las grandes empresas beneficiadas del trabajo esclavo, que siguen existiendo en la actualidad, señalando Alfredo que lo único que habían conseguido era la admisión a trámite de la querella argentina, puesto que en España se siguen defendiendo a las empresas del IBEX 35, sin contar inclusive con casi apoyo parlamentario.

A su vez, retomándose los efectos del trabajo esclavo en Ávila, se reseñaron las más de 600 personas presas en la cárcel franquista, sita en el edificio del actual Archivo Histórico Provincial, que se amplió al ocupar el inmueble del Seminario; pero, indudablemente, existieron más construcciones edificadas por el trabajo esclavo abulense, como así lo fueron el Hospital del Teso, el empedrado de San Roque o, la escalinata comprendida en el camino del Río Adaja hasta el paseo del Rastro.

No obstante, se aseguró que el trabajo esclavo en España fue sobre todo ideológico, en seguimiento de la Alemania nazi, que tanto admiraban tanto el dictador como el resto de mandatarios y generales de la dictadura; en este caso, el papel de las mujeres españolas a penas se producía (al verlas como “las mujeres de los rojos” sin más), limitándose sólo a coser balones para El Corte Inglés y oficios menores. Por lo tanto, la conclusión extraída de esa primera sesión de nuestras Terceras Jornadas fue el propósito marcado de reunir a todxs lxs compañerxs afines, con el consecuente objetivo común de evaluar las posibilidades de denuncia de la problemática tratada, como así lo podría ser una campaña de señalización de los espacios de trabajo esclavo y; que en principio, sólo podría ser un cometido dentro del colectivo esa necesaria campaña de visualización y clarificación, para salir del estado de retroceso persistente en reivindicación de personajes libertarios autóctonos, que nos gustaría recoger en el callejero local.

Trabajo Precario (de Hoy):


La segunda sesión de las Terceras Jornadas Antirrepresivas dio comienzo en la tarde del sábado 10 de diciembre de 2016, en continuación con el testimonio recopilado acerca del trabajo esclavo, contando de nuevo con el espacio facilitado por la sección provincial de la CGT en nuestra ciudad. Para ello, contamos con las palabras y la buena voluntad tanto de Mariano González (activista social y asesor laboral burgalés) como de Javi (militante de CNT en Valladolid). Ambos fueron presentados por Acacio, compañero madrileño y amigo cercano al movimiento memorialista y compromiso antifascista y social y, nuestro compañero Juanma, quienes respectivamente los introdujeron en vinculación al tema a tratar en dicha tarde: la precariedad laboral con su correspondiente análisis y la forma de combatirla.
 

Así, en primer término, intervino Mariano, destacándose su gran pasado en el compromiso con la lucha antifascista, de un modo cercano a Alfredo Sánchez, y que ante todo, nunca ha dejado de ser un sindicalista de izquierdas, compartiendo actualmente su profesión como asesor laboral con su activismo en un colectivo integrado de afinidades libertarias y comunistas y sin olvidar en ningún caso, su experiencia laboral desarrollada sobre todo en el sector del comercio.

Una vez hecha su presentación y, haciendo gala de su gran humor, Mariano nos introdujo en la temática a debatir en esa tarde, reconociendo la gran actualidad existente en torno a la precariedad laboral, con todos los diferentes caracteres que la rodean, como así lo demuestran los bajos salarios, los recortes aprobados en las condiciones laborales por medio de las dos últimas reformas laborales (tanto del PSOE como del PP) , el reflejo en el nivel de desempleo registrado en una provincia como Ávila de en torno al 18’57% (del cual quedan afectas unas 7512 mujeres) o, desde luego, el índice tanto de largas jornadas de trabajo (que no suelen ser remuneradas como debieran) como en su caso, la proliferación de puestos de trabajo con cortas jornadas laborales (frecuencia de contratos temporales o de personas contratadas por horas, en beneficio de los intereses del empresariado). Señaló que esos caracteres, muy a nuestro pesar, se han integrado con normalidad en nuestros días.

Paralelamente, siguió la exposición hablando de la situación laboral y social en el remoto 1902, en la cual preocupaba, por ejemplo, la jornada máxima laboral estipulada para las mujeres de 11 horas diarias y 66 horas semanales y que a posteriori, el movimiento obrero lograría alcanzar el hito importante común de las reivindicadas, 8 horas diarias. Si bien, la precariedad como tal (o como parece conocerse hoy en día), la relacionó con esa sociedad en la que se vertebró como algo común el trabajo esclavo. Es decir, la vinculó con la dictadura franquista.

Concretamente, Mariano se remontó al año 1963, durante el cual lxs jóvenes percibían un salario equivalente a unos 7’52 € por cada hora trabajada; ello le sirvió para establecer el contexto de un país, que ha contado con cincuenta y dos reformas laborales con el resultado infructuoso generado, ya fuera en forma de reducciones en las cuantías salariales percibidas (míseros sueldos y complementos salariales) y en las prestaciones por desempleo, como en la preocupante “flexibilización” de la jornada laboral (al complicar aún más los cauces de la legítima negociación colectiva, en favor de lxs trabajadorxs).



Indudablemente, no se mostró ajeno al bochornoso (tal y como lo calificó) Plan de Empleo Juvenil, contra el que se movilizó la huelga general del 14-D, que desde luego, acabó siendo respondida con una dura represión por parte del Estado al reprimir, criminalizar y procesar especialmente a la juventud combativa. De ahí, afirmó, con ello, el enfriamiento de la movilización social: el reforzamiento de “la política del miedo” contra toda acción de reclamación de derechos, el desencadenante desconocimiento de los derechos laborales y, en ocasiones, la cierta pasividad por despreocuparnos “de lo que tenemos y podemos hacer”.

Otro dato digno de reseñar de dicha exposición fue lo aportado en relación con el año 2008, año en el que la precariedad aparecía calificada con la condición de ser mileurista; mientras que con la regulación establecida con las últimas reformas acometidas, se ha abaratado el despido y facilitado los cauces para su ejecución (en cercanía de la permisión legal de un despido libre o incluso express) y, que en congruencia con esa flexibilización laboral procedente del Derecho europeo, se está yendo en contra de lógica del Derecho laboral primigenio al dificultar el proceso de negociación colectiva (por la ultractividad de los convenios colectivos). Sin duda, anexa a esa legislación, cabría datar los efectos desfavorables derivados de esas políticas, que precisó Mariano en los términos siguientes: los recortes en las prestaciones de jubilación y subsidios a parados en cuanto su acceso (en especial, el “tijeretazo” padecido por las personas de 55 años) , otro tipo de medidas conocidas por todxs, que han ahondado en la precarización laboral en esa línea tan próxima a la pobreza laboral (“tener empleo, pero no llegar a subsistir”) y, el adicional y cada vez más dificultoso acceso a un puesto de trabajo. Todo ello lo resumió en el acuciante acaparamiento de poder por parte de la patronal, requiriendo los servicios de quienes mayor experiencia tienen a la hora de contratar a un mayor número de personas a la semana o por días, como contratos temporales y, utilizando, por ende, a las ETTs (lo cual, a su modo de ver, genera mayores problemas).

Así, prosiguió señalando que el foco de interés de hoy se traduce en elevado índice de personas situadas en el umbral de problema, en exclusión social, más allá de la noticia de la anciana fallecida a inicios de este invierno en Cataluña por la deriva de la pobreza energética. En esa línea, puso el dedo en la llaga en aquellos a los que llamó “voceros del capitalismo”. Esto es, mencionó las burlas de los medios de comunicación a esta situación social que padece la mayoría, mediante la cansina frase de que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. De ello, ironizó mostrando el ejemplo de lo que cobra el personal hostelero (más concretamente, las camareras de piso) en el Levante, siendo en torno a 2 € y medio por habitación y 50 céntimos si se trataba de una habitación con cama supletoria y; que en general, llaman de nuevo al resquicio de la religión, de recurrir a la caridad para sobrevivir a duras penas y, a pensar en el consumo como vía de salida de la “crisis” con un más que cuestionable salario mínimo, establecido en 1988 y que poco ha aumentado con los años.

Frente a ello, Mariano terminó su exposición insistiéndonos en la necesidad de buscar alternativas y contrapuntos a la situación, sirviéndose de apoyo de un informe del año 1999 que reivindicaba esa necesidad de combate contra la precariedad y de lucha en general por la garantía de una vida digna, sin dejar a una lado la realidad indignante que nos toca (curioso el dato del período de prueba de 12 meses en el contrato indefinido de emprendimiento, propio de empresas de menos de 50 trabajadores). 

Después, Juanma presentó a Javi, dando a conocer su militancia en CNT en Valladolid y su trabajo en la factoría de Renault de Valladolid, junto a la implicación y el compromiso de CNT como organización de lucha por los derechos de lxs trabajadorxs, yendo más allá de la tradicional representación sindical en las secciones sindicales en las instituciones y de los comités de empresa en la empresa privada, que tanto se cuestiona en esa suerte de concebir el sindicalismo de las centrales sindicales como “ley de bronce”, como claro reflejo de la desafiliación sindical. Así, este trabajador del sector del metal nos mostró su experiencia en la huelga convocada en el 20-J del año 2012, expresando su reivindicación desde el puesto de trabajo, ya que desde su perspectiva, es el lugar propicio para participar en las diferentes luchas y obtener las mejoras deseadas en las condiciones laborales.

A su vez, Javi se mostró crítico con los inexistentes cambios, que bajo su punto de vista, en nuestro entorno laboral y social, aunque reclamó la necesidad de que todo trabajador haga lo posible por conocer sus derechos, sin ignorar en ningún caso la forma de organizar en reivindicación de la famosa proclama: “La unión siempre hace la fuerza”, en esa clave de entender el proceso básico y legítimo de la negociación colectiva. A la vez, reconoció que muchas veces se ponen excusas reacias a la unión, al no conseguirse la movilización de toda una plantilla y; que frente a ello, no cabía la resignación, puesto que recomendaba la vía de la lucha individual, como alternativa a la dificultosa lucha colectiva.

Además, citó la doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo del año 2010, concerniente a la fundamentación del despido colectivo y del despido libre, antes de haberse aprobado la reforma laboral tan controvertida. Conforme a ello, valoró que actualmente existen ciertos mantras, que no siempre son derechos y, que ante todo, siempre cabe extraer algo positivo del enfrentamiento contra el empresario por la constante posibilidad de “victoria” o éxito, mientras se acuda con buenos modales, la redacción por escrito de la correspondiente reclamación o denuncia o con una grabación de voz de la misma.


Del mismo modo, nos trasladó el dato de que el 80% de los contratos (la mayoría de los mismos son temporales) están en fraude de ley y, que pese a que siempre haya un miedo fundado a las represalias, reiteró que si no se lucha se está aún más perdido. Esa lucha la relacionó con su organización sindical y, la complejidad de cara a la participación en los conflictos colectivos, debido a la flexibilidad horaria (en particular, en la hostelería) y; por esa razón, optaron por participar en secciones sindicales y no en comités de empresa, para reclamar en sede de dicha representación derechos y mejoras laborales. Javi admitió que siempre habría represalias, pero valoraba peor la claudicación, el temor o la sumisión en el sentido de “conformarse con lo que se tiene” por la precariedad.

Sin embargo, expresó el lado positivo de la lucha colectiva, como así lo son las grandes victorias a nivel global. Todo ello lo contó desde su experiencia en una organización sindical tan pequeña, como lo es la CNT frente a los dos principales sindicatos, que no recibe subvenciones y la acción se acomete desde la base y, sin ir más allá del marco legal establecido y pedir como mínimo, que se cumpla esa legalidad vigente. Por eso, Javi concluyó la exposición ensalzando las bondades de la solidaridad mutua de los trabajadores en la mejora de las condiciones laborales y sociales.

A continuación, las compañeras Lauri y María dieron testimonio sobre su experiencia. María contó su experiencia con las ETTs, habiendo trabajado seis meses en FASA Valladolid para una subcontrata y para la ETT. Esto la hacía sentirse como “una trabajadora de prestado” y contar con una escasa o más bien, nula aceptación por parte de los sindicatos. Más recientemente, María trabajó durante un año en el matadero, viéndose obligada a limitar la prestación de sus servicios por ser contratada por la ETT (y no por la empresa gestora del matadero) y teniendo derecho a sólo seis meses de paro. Esos contratos gestionados semanalmente supusieron una situación de conflicto entre los empleados del matadero y de la zona de despiece (al no poder trabajar de un sitio a otro), causada por su incursión en un ERE de 6 horas. El motivo del conflicto era la procedencia de las carnes de Navarra, para lo cual no se requiere emplear trabajadores en el matadero. Además, el colmo resultó ser el empeoramiento de la situación al subcontratarse en la zona de despiece, impidiéndose el disfrute del derecho de vacaciones a los trabajadores contratados por estar en la ETT, gran señal de que los sindicatos parecen ser ajenos a los trabajadores empleados por la ETT y, a sus condiciones de trabajo.


Por último, Lauri nos dio a conocer su experiencia en una empresa dedicada al plantón de fresas en Niharra, destacando que en los últimos años se han subido las jornadas diarias en torno a las 14 o 15 horas diarias y, que los sindicatos sólo tomaban acto de presencia para comprobar que disponían de guantes (realmente, sólo van allí para que les firmen la hoja de control). La problemática ha llegado a tales niveles que el exceso de las jornadas laborales ha afectado sobre todo a los trabajadores inmigrantes, de los que se aprovechan por desconocer el idioma y que los ha situado en una situación desamparo brutal como la del accidente mortal, ocurrido el pasado verano. Ella, por el contrario, se declaró contraria a este endurecimiento en las condiciones de trabajo y en consecuencia, se ha visto sometido a medidas de vigilancia y a un mayor control en el sueldo. Juanma sentenció la creciente expansión de las subcontratas a otros sectores, unida a la insistencia en la figura de los falsos autónomos.

Finalmente, concluimos nuestras Terceras Jornadas ofreciendo tanto a los asistentes a las charlas, a los ponentes como al público general a una cena vegana en el bar La Parada Musikal, como forma de agradecimiento de su compromiso y colaboración y como cierre de un movimiento, que ansiamos fortalecer este 2017.

jueves, 29 de diciembre de 2016

Segovia: La memoria institucional de medio pelo

Artículo de Acacio Puig, gracias compañero

Si hace unos meses revisamos el mediocre resultado del proyecto Galerías que anualmente encuentra sede en la Antigua Cárcel de Presos Políticos (afinidadesanticapitalistas.blogspot.com correspondiente al  mes de octubre) seis meses de conmemoraciones nos llevan  hoy a reseñar  las limitaciones del homenaje organizado por la diputación provincial de Segovia al folklorista Agapito Marazuela en el 125 aniversario de su nacimiento, conmemoraciones que han ignorado su perfil de militante comunista, republicano y antifacista durante toda su vida.

El homenaje institucional que se inició el 25 de junio en Ortigosa del Monte ha contado con 37 actuaciones de 16 grupos de folklore tradicional y concluyó el pasado 3 de diciembre en Fuentesaúco de Fuentidueña.
Medio año de música pero “sin encontrar tiempo” para rescatar el perfil político de un rojo que murió con el carnet “en el bolsillo”. Aberrante, pero todo un síntoma de cómo escriben “la historia” sus falsificadores.

Poner en valor el trabajo de Marazuela-musicólogo con ser necesario, resulta a todas luces insuficiente, a penas un remedo de lo que durante la dictadura (en 1964) reconoció incluso la Jefatura Provincial del Movimiento en Segovia al publicar, con título de Cancionero Segoviano, el Cancionero de Castilla la Vieja que  Marazuela había hecho público en 1932.

La pobreza marcó la infancia de Marazuela, el único sobreviviente de  11 hermanos que se hizo a la vida lastrado por la ceguera que  le acompañó desde los siete años como resultas de la meningitis. Dulzainero desde los 14, Marazuela fue muy consciente de su pertenencia al bando de los condenados de la tierra.

En 1932 se afilió al PCE y tras el golpe militar fascista de 1936, jugó un papel importante en  la organización de las milicias segovianas desde el madrileño Centro Segoviano; contó para ello con el apoyo de militantes de otras corrientes (como Barral escultor socialista después comisario de guerra muerto en combate meses después, el hermano de este y también anarcosindicalistas -huidos tras el golpe- desde Segovia, El Espinar, Linares del Arroyo y Ayllón, localidades donde CNT mantenía organizaciones).
La milicia organizada en el Centro incorporó pronto a segovianos  que ya trabajaban y vivían  en Madrid.
Las milicias antifascistas segovianas agruparon a casi 600 combatientes en unos meses, después se integraron en unidades del ejercito popular y más tarde en el Batallón Alpino y algunos en  la 155 Brigada de Guerrilleros de la sierra de Guadarrama.
De aquellas iniciativas da cuenta el historiador Santiago Vega en su excelente trabajo De la esperanza a la persecución (represión franquista en la provincia de Segovia) Ed. Crítica (www.ed-critica.es   /  editorial@ed-critica.es).

Finalmente, Agapito Marazuela  fue detenido y depurado por el franquismo, engrosando las filas de los presos políticos  y “turismo penitenciario”. Pasó por las cárceles de  Madrid, Burgos, Ocaña y Vitoria.
Confirmamos (no quede duda) que el movimiento memorialista provincial y el pueblo de izquierdas  mantenemos íntegro el  recuerdo de su personalidad y su ejemplo, como musicólogo,  luchador por la libertad, comunista y republicano.