jueves, 29 de diciembre de 2016

Segovia: La memoria institucional de medio pelo

Artículo de Acacio Puig, gracias compañero

Si hace unos meses revisamos el mediocre resultado del proyecto Galerías que anualmente encuentra sede en la Antigua Cárcel de Presos Políticos (afinidadesanticapitalistas.blogspot.com correspondiente al  mes de octubre) seis meses de conmemoraciones nos llevan  hoy a reseñar  las limitaciones del homenaje organizado por la diputación provincial de Segovia al folklorista Agapito Marazuela en el 125 aniversario de su nacimiento, conmemoraciones que han ignorado su perfil de militante comunista, republicano y antifacista durante toda su vida.

El homenaje institucional que se inició el 25 de junio en Ortigosa del Monte ha contado con 37 actuaciones de 16 grupos de folklore tradicional y concluyó el pasado 3 de diciembre en Fuentesaúco de Fuentidueña.
Medio año de música pero “sin encontrar tiempo” para rescatar el perfil político de un rojo que murió con el carnet “en el bolsillo”. Aberrante, pero todo un síntoma de cómo escriben “la historia” sus falsificadores.

Poner en valor el trabajo de Marazuela-musicólogo con ser necesario, resulta a todas luces insuficiente, a penas un remedo de lo que durante la dictadura (en 1964) reconoció incluso la Jefatura Provincial del Movimiento en Segovia al publicar, con título de Cancionero Segoviano, el Cancionero de Castilla la Vieja que  Marazuela había hecho público en 1932.

La pobreza marcó la infancia de Marazuela, el único sobreviviente de  11 hermanos que se hizo a la vida lastrado por la ceguera que  le acompañó desde los siete años como resultas de la meningitis. Dulzainero desde los 14, Marazuela fue muy consciente de su pertenencia al bando de los condenados de la tierra.

En 1932 se afilió al PCE y tras el golpe militar fascista de 1936, jugó un papel importante en  la organización de las milicias segovianas desde el madrileño Centro Segoviano; contó para ello con el apoyo de militantes de otras corrientes (como Barral escultor socialista después comisario de guerra muerto en combate meses después, el hermano de este y también anarcosindicalistas -huidos tras el golpe- desde Segovia, El Espinar, Linares del Arroyo y Ayllón, localidades donde CNT mantenía organizaciones).
La milicia organizada en el Centro incorporó pronto a segovianos  que ya trabajaban y vivían  en Madrid.
Las milicias antifascistas segovianas agruparon a casi 600 combatientes en unos meses, después se integraron en unidades del ejercito popular y más tarde en el Batallón Alpino y algunos en  la 155 Brigada de Guerrilleros de la sierra de Guadarrama.
De aquellas iniciativas da cuenta el historiador Santiago Vega en su excelente trabajo De la esperanza a la persecución (represión franquista en la provincia de Segovia) Ed. Crítica (www.ed-critica.es   /  editorial@ed-critica.es).

Finalmente, Agapito Marazuela  fue detenido y depurado por el franquismo, engrosando las filas de los presos políticos  y “turismo penitenciario”. Pasó por las cárceles de  Madrid, Burgos, Ocaña y Vitoria.
Confirmamos (no quede duda) que el movimiento memorialista provincial y el pueblo de izquierdas  mantenemos íntegro el  recuerdo de su personalidad y su ejemplo, como musicólogo,  luchador por la libertad, comunista y republicano.

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